¿Te sientes conectado con tu pareja y con los demás?

Cuando eras niño, ¿aprendiste a protegerte contra el dolor de no ser amado mediante la desconexión de tu cuerpo y el permanecer en tu mente? Puedes haber aprendido a no estar presente en tu cuerpo con tus sentimientos como una manera de evitar sentirte insoportablemente solo, indefenso y con el corazón roto. Este mecanismo de supervivencia funcionó bien en tu niñez, pero ahora que eres adulto, puede estar causando soledad y vacío interior, ansiedad, depresión y desconexión de tu pareja o de otras personas.

Cuando te concentras en tu mente, otros no pueden sentir tu presencia, y por lo tanto, no pueden conectar contigo. Es probable que no puedas sentir tu amor por ellos y que ellos no puedan sentir su amor por ti.

¿Cómo sabes cuando estás en un estado muy mental y no en tu cuerpo?

Lo primero es sintonizarte con tu intención y ser realmente honesto contigo mismo. Para ti, ¿es más importante evitar la soledad, la pena y la impotencia del rechazo, de los corazones cerrados de otros, de su maldad y su ira o de que traten de aprovecharse de ti, o es más importante amarte a ti mismo y a los demás?

A menos que hayas aprendido a manejar los sentimientos existenciales más profundos como la soledad, la impotencia sobre otros, el dolor, la angustia, el dolor y la pena, es probable que tu Intención sea evitar sentir estos sentimientos muy dolorosos permaneciendo en tu mente y dirigiéndote a varias adicciones.

Para estar presente en tu cuerpo con el corazón abierto al amor, a la compasión, a la paz, a la verdad y a la alegría (los dones de Espíritu), también es necesario que estés abierto a los sentimientos existenciales dolorosos inherentes a la vida. Como he dicho frecuentemente, el dolor y la alegría se encuentran en el mismo lugar en el corazón. Si tu Intención es evitar los sentimientos dolorosos de la vida, entonces mantendrás tu corazón cerrado a sentimientos maravillosos también.

Cuando tu Yo Herido del Ego dirige el espectáculo…

Cuando tu Yo Herido está a cargo, la Intención es evitar los sentimientos existenciales dolorosos. El trabajo de tu Yo Herido es protegerte de estos sentimientos dolorosos, que era lo que necesitabas hacer de niño. Tu Yo Herido ha aprendido a hacer esto a través de las adicciones a sustancias, a procesos y a mantenerte en un estado muy mental en lugar de en tu corazón. El Yo Herido preferiría sentirse solo, vacío, ansioso, deprimido, culpable, avergonzado, celoso y así sucesivamente (los sentimientos que creamos con nuestros propios pensamientos y acciones) que abrirse a los sentimientos dolorosos de la vida. El Yo Herido preferiría ser el que tiene el control (el que crea el dolor) que correr el riesgo de sentir el dolor de las elecciones de los demás.

Lo clave para poder enfocarte en tu corazón y conectar con otros a nivel emocional es saber que puedes manejar los sentimientos dolorosos de la vida.

La buena noticia es…

¡La buena noticia es que no es difícil aprender a manejar estos sentimientos cuando estás siendo un Adulto Amoroso! Si bien era imposible cuando eras niño, ahora es relativamente fácil. Sin embargo, no puedes hacerlo sin una conexión espiritual.

Lo que te permite manejar estos sentimientos es la compasión. Pero la compasión no es algo que se genera en tu cuerpo; es una sensación hacia la cual te abres y la invitas a que llegue. La compasión es uno de los dones de Espíritu y solo la sientes cuando estás abierto a aprender acerca de lo que es amoroso para ti y para los demás, lo que eleva tu frecuencia lo suficientemente alta para acceder a Espíritu.

La próxima vez que alguien sea malo contigo, trata de poner tus manos en tu corazón abriéndote a Espíritu e invitando a la compasión por la pena que siente el corazón. Respira con la atención en una profunda amabilidad, dejándole saber a tu Niño Interior de manera suave y tierna que realmente entiendes y te preocupas por su corazón herido. ¡Puedes sorprenderte con respecto a tu capacidad para conectar con tu pareja y con otros!

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