¿Te estás abandonando?

Cuando pensamos acerca del abandono, por lo general pensamos en que alguien nos deje, pero el abandono se trata de dejar a alguien por el cual somos responsables – un niño o una persona vieja o enferma la cual no se puede cuidar a sí misma y por la que hayamos acordado cuidar.

Como un adulto sano, otro adulto te puede dejar, pero no te pueden abandonar, ya que lo más seguro es que no hayan acordado ser responsables de ti.

Te puede parecer extraño, pero, como un adulto sano, cuando te sientes abandonado por alguien, de hecho no es acerca de ellos. Es acerca de haberte abandonado a ti mismo.

La mayoría de las personas no piensan en como se abandonan a sí mismas porque no reconocen que son responsables por sí mismas – físicamente, emocionalmente, espiritualmente, financieramente, relacionalmente y organizacionalmente.

A veces nos abandonamos en unos aspectos y asumimos la responsabilidad por nosotros mismos en otras. Por ejemplo,  puede ser que  trabajes duro para vivir bien y que hayas a prendido como manejar tu dinero, lo que significa que estas asumiendo la responsabilidad financiera. Pero puede ser que te estés abandonando físicamente al comer mal, no hacer ejercicio y no durmiendo lo suficiente. Cuando es este el caso, tú te estas abandonando físicamente. O tal vez asumes la responsabilidad organizacional siendo puntual y manteniendo tu entorno limpio y ordenado, pero te abandonas relacionalmente al ceder o al no defenderte.

Una de las formas más comunes en que mucha gente se abandona a sí misma es emocionalmente. La mayoría de las personas no se dan cuenta que son responsables de aprender a manejar amorosamente sus sentimientos. Muy pocos de nosotros tuvimos buenos modelos para manejar nuestros sentimientos dolorosos de maneras que apoyaran nuestro mayor bien. En cambio, aprendimos muchas maneras disfuncionales para evadir nuestros sentimientos.

Auto-abandono emocional

He descubierto cuatro formas en las que muchas personas se abandonan a sí mismas:

       1. Auto-juicio

¿Qué tan seguido te das cuenta de que te estas juzgando a ti mismo? ¿Te dices a ti mismo que no eres suficiente, que eres un fracaso, que eres estúpido, o feo o malo? Creo que nunca he asesorado a alguien que no se juzgue a si mismo de alguna forma.

2. Quedarte en tu cabeza en lugar de estar presente en tu cuerpo

¿Pasas la mayoría del tiempo despierto pensando, sin darte cuenta de tus sentimientos? ¿Pensar es una manera que aprendiste para evadir sentir tus sentimientos?

3.     Volcarte en varias adicciones

¿Aprendiste a volcarte en varias adicciones para evadir sentir tus sentimientos? ¿Te permites las sustancias, actividades o varias formas de comportamientos controladores para evadir tus sentimientos?

4.     Hacer a otro o a otros responsables por tus sentimientos

¿Buscas a los demás por la atención y aprobación que tú no te estás dando a ti mismo? ¿Y después tratas de controlarlos con enojo, juicio, complacencia, retraimiento o resistencia, para lograr que ellos te den lo que quieres?

Sentimientos – tu sistema de guía interior

El problema de abandonarte emocionalmente a ti mismo en cualquiera de estas formas es que estas eludiendo todo tu sistema de guía interior. Por ejemplo, ¿sabes cómo te sientes cuando te abandonas a ti mismo? La mayoría de la gente se siente ansiosa, deprimida, vacía, sola, culpable, avergonzada y/o enojada cuando se abandonan a sí mismos, pero raramente conectan estos sentimientos con su auto-abandono. En cambio, ellos creen que se sienten así debido a algo externo.

Sí empiezas a sintonizarte en cómo te sientes cuando te juzgas a ti mismo, o cuando estás en tu cabeza pensando en lugar de estar presente en tu cuerpo, o estas actuando adictivamente o haciendo a otros responsables de ti, vas a descubrir qué mal te estás haciendo sentir. Vas a descubrir que tus sentimientos de ansiedad, depresión, vacío, desolación, culpa, vergüenza, abandono o enojo te están haciendo saber que te estás abandonando a ti mismo.

¿Quieres saber esto? Si sí quieres, toma la decisión de empezar a aprender de tus sentimientos, en lugar de evadirlos. Vas a descubrir que cuando aprendes a asumir la responsabilidad emocional, se vuelve mucho más fácil asumir la responsabilidad personal en todas las demás áreas de tu vida. Vas a descubrir que cuando empiezas a aprender de tus sentimientos, en lugar de continuar evadiéndolos, toda tu vida va a cambiar para mejor.