"No Encajo"

El otro día por la mañana, abrí nuestro cartón de los huevos para prepararme el desayuno. Miré los preciosos huevos que compramos a nuestro granjero ecológico local, James Ranch. Todos los huevos eran de diferente color – verde claro, blanco, marrón oscuro, marrón claro y jaspeados. También eran todos de distinto tamaño. Me sentí agradecida de tener que mirar a todos esos colores y tamaños diferentes, en lugar de tener que mirar los huevos del mismo tamaño, mismo color de las tiendas. El pensamiento que me surgió fue - ¿por qué la igualdad es tan importante para la gente? ¿Por qué quieren huevos que sean todos del mismo tamaño y del mismo color?

A menudo escucho a mis clientes, “no encajo”. “Soy muy distinto de los demás”. “Soy un alien”.

“Yo también soy diferente y un alien”, les digo, “ y estoy orgullosa de ello. No quiero “encajar” y ser como los demás. Simplemente quiero ser yo”.

Muchos de nosotros crecimos creyendo que si eramos “diferentes”, algo raro pasaba con nosotros.  En secundaria y en bachiller todo lo que yo quería era ser como todos los demás. Nunca lo era, pero era muy buena fingiendo para poder así encajar.

Pero según pasaba el tiempo, encontré que me aburría muchísimo con la gente que yo consideraba “normal”. Entones me di cuenta de que estaba equiparando “normal” con “media”. “Realmente ¿quería esforzarme para ser como la media?” No! Nunca era de la media en nada! Era la clase de niña que trabajaba y trabajaba hasta que llegaba a dominar algo. Cuando mis padres me trajeron un saltador cuando tenía unos 10 años, practiqué y practiqué hasta que pude saltar con aquel saltador sin parar – cientos de veces sin caerme. No conocía a ningún otro niño que pudiera hacerlo. Hice lo mismo con los tiros libres en baloncesto. Era la mejor del vecindario en tiros libres!

Hacía esto con todo lo que me interesaba. Nada podía ser menos que excelente. Pero, esto suponía que precisamente no encajara, ya que pocos niños de los que conocía estaban dispuestos a invertir  tiempo para conseguir la excelencia.

Algunos años después de haber comenzado en la universidad, leí un par de libros a cerca de lo que estaba pasando en nuestro pais con respecto a la industria alimentaria. Fue entonces cuando tiré toda la comida de mi pequeña cocina y empecé a comer comida biológica. Otra vez, no encajaba. Recuerdo un día cuando estaba en el laboratorio de cerámica en la UCLA comiendo yogur – algo que es normal ahora pero que en aquella época era considerado como algo raro – y la gente se reía de mi llamándome la loca de la comida sana. Definitivamente TENIA devoción por la comida sana, pero significaba eso que estaba loca? Acepté la etiqueta y empecé a llamarme a mi misma la loca de la comida sana – orgullosa! Esto fue años antes de que la gente se pusiera al día lo suficiente como para no creer  nunca más que había algo raro o loco en lo que comía.

Ahora, ya no quiero encajar para nada. Me gusta ser de la manera que soy – diferente, rara y alien. Al mirar a mis preciosos huevos de colores diferentes, de distintos tamaños, me alegró de las diferencias y me alegro de mi reconocimiento de mis propias diferencias y de las diferencias de los demás, Amo a la gente que valora sus diferencias, y realmente no me gusta cuando James Ranch se ha quedado sin huevos y tengo que ir a comprar huevos a la tienda de comida sana – todos del mismo tamaño y todos blancos o del  mismo tono de marrón. ¡Qué aburrido!