Quemado por el café o quemado por un corazón roto - se siente igual

“La ciencia finalmente ha confirmado lo que cualquiera que haya estado enamorado ya sabe: Un corazón roto realmente duele.” http://www.cnn.com/2011/HEALTH/03/28/burn.heartbreak.same.to.brain/index.html

“En un nuevo estudio basado en la resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores han encontrado que las mismas redes cerebrales que son activadas cuando te quemas con café caliente también se iluminan cuando piensas en un amante que te ha rechazado.”

“En otras palabras, el cerebro parece no distinguir firmemente entre el dolor físico y el intenso dolor emocional. Un corazón dolido y las dolorosas rupturas “son más que solamente metáforas,” dice Ethan Kross, Ph.D., el investigador líder y profesor asistente de psicología en la universidad de Michigan, en Ann Arbor.”

Un corazón roto incluso puede doler más que ser quemado con café. Mientras que nadie quiere ser físicamente quemado, más personas están mucho más enfocadas en tener control sobre no experimentar el dolor del corazón roto que el dolor de una quemadura de café.

Lo que me parece muy interesante es que la mayoría de las personas no tienen problema en tratarse a si mismos con bondad y cariño si son físicamente lastimados, pero se les hace muy difícil traer ese mismo nivel de compasión para si mismos si son emocionalmente lastimados. Sin embargo un corazón roto necesita incluso más gentileza y ternura hacia ti mismo que una quemadura física.

 ¿Qué haces tu cuando tu corazón esta roto?

La mayoría de las personas han aprendido muchas maneras adictivas para evadir sentir el dolor de su corazón roto. Como Alexander, un cliente mío, me dijo en una sesión telefónica, “Yo no había fumado por años, pero he estado fumando desde que mi esposa me dejó por otro hombre hace seis años. Y parece que no puedo parar.”

Alexander no va a ser capaz de dejar de fumar hasta que este dispuesto a sentir el dolor quemante de su corazón roto, con una profunda gentileza y compasión hacia sí mismo. Y fumar no es la única adicción en la que Alexander se volcó. Alexander esta continuamente juzgándose a si mismo por las elecciones que hizo durante su matrimonio. Tan mal como se siente su culpa y vergüenza, el prefiere estos sentimientos que sentir su soledad, la tristeza de su corazón roto, y su impotencia sobre su esposa que yacen debajo de su fumar y su auto-juicio. 

Cuando te sientes solo y con el corazón roto, tu:

• ¿Comes de más, comes chatarra, fumas, tomas mucho, o te drogas?
• ¿Sales a gastarte hasta lo que no tienes?
• ¿Te culpas y te avergüenzas a ti mismo con auto-juicio?
• ¿Te enojas y culpas a los demás, persistiendo en verte a ti mismo como víctima?
• ¿Te embobas frente a la TV?
• ¿Te vuelcas al sexo y pornografía por internet?
• ¿Te sobre ocupas con trabajo y otras actividades?
• ¿Te vuelcas en procesos adictivos como apostar o video juegos?

Mientras que las adicciones de Alexander funcionan por el momento, para calmar su dolor, lo que en realidad hacen es prolongar su sufrimiento, que fue por lo que empezó a trabajar conmigo. Alexander nunca había aprendido como abrazar y acoger el dolor de su corazón roto, con el cariño y la bondad que él necesita, para permitirle al sentimiento moverse a través de él.

Porque Alexander había evadido abrirse y digerir completamente sus sentimientos dolorosos, estos estaban atorados en los músculos de su cuerpo, causándole espasmos en su espalda, lo que estaba causando un nervio pellizcado.

La verdad es que los sentimientos dolorosos – incluso un corazón roto – si los acogemos y los abrazamos se mueven a través de nuestro cuerpo y son liberados mucho más rápido, que cuando los evadimos con nuestras varias adicciones. Para que nuestros sentimientos puedan fluir a través de nosotros, en lugar de que se atoren o se estanquen en nuestros músculos, causando un posterior dolor, necesitan ser atendidos con compasión por nosotros mismos – lo que significa que tenemos que abrazarlos y acogerlos con gentileza, ternura, cariño bondad, y entendimiento. Esto es lo que le permite a nuestros sentimientos ser completamente sentidos, digeridos y liberados.