¿Quien Soy?

Hace poco acudí a una conferencia y uno de los ponentes era David Stanley, el cual como era su hermanastro,  vivió con Elvis desde que David tenía cuatro años.  Acaba de publicarse su libro, titulado “Conversaciones con el Rey”, en el que habla de sus experiencias con Elvis. Es co-autor del libro mi  buen amigo, el Dr. David Gruder.

En el libro, y en la presentacion de David Stanley en la conferencia, conocimos que Elvis constantemente le preguntaba a David, “¿Quien soy?”. Le preguntó esto, por última vez, justo dos dias antes de morir.

Según David, Elvis era un hombre muy espiritual,  con unos profundamente poderosos dones espirituales. Aún así, con todos sus dones y talento y fama, no sabía como descubrir quien era. Como todos nosotros sabemos, era fuertemente adicto a las drogas, lo que finalmente le mató. 

Yo encuentro esto muy triste. Nos indica que en realidad, a pesar de todo lo que hizo en su vida, y a pesar de todo lo que creía en Dios,  no sabía como crear un conexión personal con su Guía para definirse a sí mismo y llenarse de amor. Si hubiera sabido como hacerlo, probablemente no hubiera muerto a causa de las drogas. No hubiera sentido el vacío que le llevó a las drogas en primer lugar. La vida de Elvis es una buen ejemplo de cómo, da igual todo lo que tengas a nivel externo, el sentirte pleno solamente proviene de amarnos a nosotros mismos y de compartir nuestro amor con los demás.

¿Sabes quien eres? ¿Valoras quien eres? Conocer y valorar quien eres en tu esencia es esencial para estar motivado a cuidar amorosamente de uno mismo/una misma. Cuidamos de los que amamos y valoramos.

¿Por qué le preguntaría Elvis a David, el cual era unos 20 años más joven, quien era él? ¿Por qué no le preguntaba a Dios quien era? Imagino que no experimentaba una comunicación de ida y vuelta con su Guía. Probablemente nunca se le ocurrió preguntarle a Dios quien era.

Mi vida cambió por completo cuando empecé a preguntarle a mi Guía quien era, en lugar de intentar que otros me amaran y definieran mi valía. Recuerdo el día, hace muchos años, en el que finalmente se me ocurrió que la única manera en la que podía saber quien era yo, era a través de los ojos de mi Guía. Recuerdo como me di cuenta de que ninguna persona en el planeta tenía, de hecho, la autoridad para definir mi valor. Recuerdo preguntar  a mi Guía y escuchar, claramente, como mi Guía veía mi esencia.

¡Me quedé estupefacta! Había gastado TANTA energía durante tantos años intentando que los demás me vieran de la manera en que quería que me vieran, sin darme cuenta de que yo no me estaba viendo a mi misma como yo era realmene. Me estaba viendo a mi misma a través de los ojos de ni ego herido, en lugar de a través de los ojos amorosos de mi Guía.

Desde aquel día, cuidar amorosamene de mi misma se convirtió en un privilegio en lugar de ser la carga que yo creía que era.

¿Conoces tu maravillosa esencia? ¿Has trabajado con tu Guía para ver la magnificencia de quien eres? ¿Eres consciente de que eres la expresión individual de los Divino?

Cuando recuperas el poder de definir tu propio valor, ya no necesitas intentar controlar como se sienten los demás respecto a ti. Para mi, esto fue una gran alivio, y liberó mucha energía de amor, creativdad y productividad. Fue el definir mi valía a través de los ojos de mi Guía lo que me permitió dejar de criticarme, ya que el criticarme a mi misma estaba vinculado a intentar que yo hiciera las cosas bien y a ser “perfecta” para que así los demás me amaran.

Espero que empieces hoy mismo – a recuperar  de los demás el poder de definirte y a dárselo solo a tu Guía, para que así nunca tengas que preguntarle a nadie, tal y como hizo Elvis, “¿Quien soy yo?”