Auto-Abandono

Como adultos nuestro bienestar es nuestra responsabilidad personal. ¿Te estás abandonando y a la vez haciendo a otros responsables de ti y entonces te sientes abandonado/a cuando ellos te dejan o no se responsabilizan de ti?

Como adultos, otra persona no puede abandonarte desde el momento en que no son responsables de ti. Podemos abandonar a un niño, a un enfermo o a un anciano/a- alguien que no puede ocuparse de si mismo. Si tu eres un adulto físicamente saludable, puedes ser dejado/a pero no abandonado/a por otros. Solo tu puedes abandonarte a ti. ¿En que formas puedes estar abandonándote?

Juzgándote

¿Cuantas veces te juzgas con comentarios a ti misma/o como?:

"No eres suficientemente bueno/a." "Eres inadecuad/o."

"Eres estúpida." "Eres un idiota."

"Eres feo." "No eres suficientemente atractiva."

"Si fallas, no eres correcto/a."

"Si alguien te rechaza, no eres correcto/a."

"Es todo culpa tuya que...."

"Nunca vas a llegar a ninguna parte. Eres un fracaso. No estás desarrollando todo tu potencial."

...y así sucesivamente.

Exactamente como un niño pequeño se siente abandonado cuando un padre o una madre son duros y juzgadores, así tu propio niño interior se siente abandonado cuando tu te juzgas a ti misma/o. El auto juzgarse no solo crea sentimientos internos de soledad y vacio Sino que también crea sentimientos de ansiedad, depresión, rabia, heridas, miedo, vergüenza y culpa. Así que ¿qué hacer cuando te has juzgado y creado todos esos sentimientos dolorosos?

Ignorando tus sentimientos

Cuando sientes soledad, vacío, ansiedad, depresión, heridas, enfado, celos, tristeza, miedo, culpa o vergüenza ¿Qué haces? ¿prestas atención a tus sentimientos, explorando que TE estás diciendo o haciendo que los causan? ¿o tratas de evitarlos con alguna forma de comportamiento adictivo usando comida, drogas, nicotina, TV, trabajo, compras, Internet, sexo, rabia, culpaetc para tratar de evitarlos?

Cuando ignoras tu sentimientos y en su lugar te giras hacia un comportamiento adictivo, estás, de nuevo, abandonándote. Una vez que te has abandonado, es muy común el proyectar este auto-abandono hacia otros y sentirte abandonado/a por otros o por Dios. >Aún cuando, como adulto saludable, el sentimiento de abandono está causado por ti, igual que la mayoría de tus sentimientos dolorosos están causados por ti.

Haciendo a otros responsables por ti

Una vez que te has juzgado e ignorado el dolor que te has causado, Es bastante probable que te gires hacia otros pidiéndoles el amor y la aprobación que tu no te estás dando. Tu niño/a interior- la parte de ti que siente-necesita amor, aprobación y atención. Cuando te abandonas con tus auto juicios e ignorando tus sentimientos, La parte de ti que es el niño herido busca en otros el amor que necesitas. Debido a que esa parte niña/o de ti está tan desesperadamente necesitada de amor, es fácil que te vuelvas manipulador/a para obtener ese amor- enfadándote y culpando, o convirtiéndote tremendamente encantador o agachando la cabeza y tratando de hacerlo absolutamente todo correcto. Has dado a tu niño interior a otros en adopción, esperando que otros te den el amor que tan desesperadamente necesitas. Y te haces adicto a la aprobación, a la atención y/o al sexo.

Cuanto más haces a otros responsables de darte el amor, la atención y la aprobación que necesitas, más abandonado se siente tu niña/o interior, Llevándote a mas comportamientos adictivos para llenar el vacío y evitar el dolor de tu a auto-abandono.

dentro de tu cuerpo en vez de focalizarte siempre en el exterior. En el momento en que te sientas mal, date cuenta de lo que estás pensando o haciendo que está causando tu dolor. Tus sentimientos de dolor que provienen de tus pensamientos son la forma de tu sistema de guía interno de hacerte saber que lo que estas pensando no es verdad y no es para tu mayor bien.

Pregúntale a tu yo superior, a la parte más elevada de ti: ¿Cuál es la verdad? Y nota como te sientes cuando atiendes a tus sentimientos y te dices la verdad en vez de juzgarte, ignorarte o hacer a otros responsables de tus sentimientos. Comenta este artículo