¿Eres el Cubo de Basura en el que los Demás tiran su Negatividad?

"¡Guau!" Contesté. "¡Me encanta oír eso! ¡Y me encanta la metáfora! "

Carmen es una joven encantadora, cálida e inteligente de casi treinta años. Siendo hija de una madre muy narcisista, Carmen aprendió desde muy joven a ponerse a salvo de la ira de su madre tragándose sus quejas. Aprendió a dejar de lado sus propios sentimientos y a ser una madre para su madre. Por supuesto, no importaba cuánto le daba a su madre, porque nunca era suficiente. Carmen sólo llegó a descubrir lo que era el narcisismo cuando empezó a hacer su trabajo interior.

Al principio de nuestro trabajo juntas, Carmen descubrió que la mayoría de sus amigos/as era iguales que su madre. "Me siento y les escucho quejarse o presumir de algo. Nunca les intereso yo. Si cuento algo de mí misma, siempre terminan por darle la vuelta y llevar la conversación hacia sí mismos otra vez. ¿Por qué tengo tantos amigos así?

"Porque estás dispuesta a escucharles sin darte voz a ti misma. Hay muchas personas egocéntricas y narcisistas que se creen con determinados derechos, y a los que les encanta que haya alguien dispuesto a escucharles y mientras te muestres dispuesta a escuchar sus quejas y a apoyar su egocentrismo, seguirán haciéndolo."

"Pero si hablo me quedaré sin amigos."

"Bueno, es posible que no tengas muchos amigos durante un tiempo, pero llegará un momento en que encontrarás nuevos amigos y gente a la que sí le importarás. Cuando estés dispuesta a cuidar de ti misma en lugar de dejarte de lado, atraerás a gente a la que le importarás tú. Pero esto puede llevarte algún tiempo. Tienes que estar dispuesta a perder a otros antes que seguir perdiéndote a ti misma. ¿Te ves preparada?"

"¡Sí! No quiero seguir siendo un cubo de basura. No quiero que la gente siga arrojando su negatividad sobre mí."

¿Cómo te sientes interiormente cuando permites que los demás arrojen su negatividad  sus quejas, su ira, su egocentrismo y su sensación de tener derechos sobre ti? Si de verdad miras hacia dentro, en lugar de encerrar tus sentimientos en un armario, descubrirás que te sientes realmente sola con esta gente.

No existe el apoyo mutuo, no se comparte el amor, no hay un toma y daca recíproco. Tú das y ellos cogen, y al final te sientes exprimida y sola. Pero te quedas ahí por miedo a estar sola sin amigos y sin pareja.

Si de de verdad eres sincera contigo misma, verás que no merece la pena, que te mereces algo mejor que ser el cubo de basura de los demás.

Para hablar por ti misma hace falta fe y valor. Hace falta valor para decirle a ese amigo que está arrojando su negatividad sobre ti "No me siento bien, cuando estamos juntos siempre estás quejándote o hablando de ti mismo. Yo no te intereso en absoluto, y esto ya no me gusta. O bien esto cambia o voy a dejar de querer verte. No me divierto y al final me termino sintiendo utilizada y exprimida"

Cuando estés dispuesta a hablar por ti misma, descubrirás quiénes son tus verdaderos amigos y quién te estaba utilizando. Puede que algunos te digan: "Te agradezco que me hayas dicho esto, porque no me estaba dando cuenta de que lo estaba haciendo. Quiero dejar de hacerlo y me gustaría que me lo dijeras la próxima vez que lo haga." Otros lo negarán y dirán: "Eso no es verdad, yo te escucho a ti todo el tiempo", y otros simplemente se enfadarán y se irán.

¡Es un modo fantástico de descubrir quiénes son tus verdaderos amigos!