El propósito de la vergüenza
By Por la Dra. Margaret Paul traducido por Grace EscaipOctober 06, 2013
¿Has tratado sin éxito de sanar la vergüenza? Descubre cómo la vergüenza y el control están estrechamente ligados, y que cuando renuncias a tu apego al control, te vas a encontrar con que tu vergüenza ha desapareciendo.
Mucha gente en un camino de sanación se ha encontrado con que es extremadamente retador sanar su vergüenza. Sin embargo cuando entiendas el propósito de la vergüenza, vas a ser capaz de moverte más allá de ella.
La vergüenza es el sentimiento de que hay algo básicamente mal contigo. Mientras que el sentimiento de culpa es acerca de HACER algo mal, la vergüenza es acerca de ser o de estar mal en el fondo o en tu núcleo. El sentimiento de vergüenza viene de la creencia de que “soy básicamente defectuoso, inadecuado, mal, malo, no importo, no merezco, o no soy lo suficientemente bueno.”
En un momento temprano de nuestras vidas, la mayoría de nosotros absorbimos esta falsa creencia que causa el sentimiento de vergüenza. Como resultado de no sentirnos vistos, amados, entendidos, y valorados, desarrollamos la creencia de que no estábamos siendo amados porque había algo mal con nosotros. Mientras a algunos niños se les dijo explícitamente que no estaban bien – que eran estúpidos, malos, o que no merecían – otros niños concluyeron que había algo mal con ellos por la manera en que fueron tratados.
Una vez que establecemos nuestra creencia medular de vergüenza, nos volvemos adictos a ella porque nos sirve principalmente de dos maneras:
1. Nos da un sentimiento de control sobre los sentimientos y comportamientos de los demás.
Mientras creamos que somos nosotros la causa del comportamiento de rechazo de los demás, entonces podemos creer que hay algo que podemos hacer al respecto. Nos da una sensación de poder el creer que otros nos están rechazando o se están comportando de maneras no amorosas porque nosotros no somos adecuados. Si es nuestra culpa, entonces tal vez podemos hacer algo acerca de eso a través de cambiarnos a nosotros mismos a través de hacer las cosas “bien.” Nos agarramos de la creencia de que nuestra inadecuación está causando el comportamiento de los demás porque no queremos aceptar el libre albedrío de los demás para sentirse y comportarse como ellos quieran. No queremos aceptar nuestra impotencia sobre los sentimientos y comportamientos de los demás.
2. Nos protege de otros sentimientos que nos da miedo sentir, y nos da una sensación de control sobre nuestros propios sentimientos.
Por más mal que se siente la vergüenza, muchas personas la prefieren a los sentimientos que la vergüenza pueda estar tapando – soledad, aflicción, tristeza, o impotencia sobre los demás. Así como el enojo puede estar cubriendo estos difíciles sentimientos, también la vergüenza puede estar hacindo lo mismo. La vergüenza es totalmente diferente a la soledad o aflicción o impotencia sobre los demás. Mientras que la vergüenza es un sentimiento que nosotros estamos causando por nuestras propias falsas creencias, la soledad, aflicción, tristeza, pesar, o impotencia sobre los demás son sentimientos existenciales – sentimientos que son un resultado natural de la vida. Sentimos aflicción por perder a alguien que amamos, o soledad cuando queremos conectar con alguien o jugar con alguien y no hay nadie alrededor o nadie está abierto a la conexión, al amor o al juego. Mucha gente prefiere sentir un sentimiento horrible que ellos mismos están causando, que sentir los sentimientos auténticamente dolorosos de la vida.
Si estas encontrando difícil moverte más allá de la vergüenza, es porque eres adicto al sentimiento de control que te dan tus creencias basadas en la vergüenza – control sobre los sentimientos y comportamientos de los demás y control sobre tus propios y auténticos sentimientos. Mientras que tener el control sea más importante para ti, no vas a soltar tus creencias medulares de vergüenza.
Tú vas a sanar de tu vergüenza cuando:
1. Tú estés dispuesto a aceptar que los sentimientos y comportamientos de los demás no tienen nada que ver contigo. Cuando aceptes que los demás tienen libre albedrío para ser o estar abiertos o cerrados, amorosos o no amorosos – que tú no eres la causa de sus sentimientos y comportamientos y ya no tomes el comportamiento de los demás como algo personal – ya no vas a tener la necesidad de controlarlo. Cuando sueltas tu necesidad de controlar a los demás y en lugar de eso te mueves a la compasión por los otros, vas a soltar tus falsas creencias acerca de ti mismo que causan tu sentimiento de vergüenza.
2. Tú estés dispuesto a sentir tus sentimientos auténticos en lugar de taparlos con enojo o vergüenza. Cuando aprendes a nutrirte a ti mismo a través de estar presente con cariño y compasión por tus propios sentimientos existenciales, tú ya no vas a tener una necesidad de protegerte de estos sentimientos con vergüenza o culpando.
El control y la vergüenza están estrechamente ligados. Cuando renuncias a tu apego al control y en su lugar escoges la compasión hacia ti mismo y hacia los demás, vas a encontrarte con que tu vergüenza está desapareciendo. Renunciar al apego por el control es el resultado de practicar Inner Bonding. Se requiere de una profunda dedicación a la práctica de Inner Bonding para eventualmente soltar el control.
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By Dr. Margaret Paul