La Felicidad

Algunas personas creen que conseguir la felicidad es el objetivo de la vida, aunque la búsqueda de la felicidad a menudo nos lleva a la infelicidad. Esto es porque, de hecho, la felicidad es la consecuencia de un propósito diferente en la vida - la búsqueda de desarrollar nuestra alma en la capacidad de amarnos a nosotros mismo y a los demás.

Cuando conseguir la felicidad es nuestro objetivo, puedes aspirar a ello de tres formas diferentes:

1. Puedes perseguir el placer momentáneo, creyendo que tu felicidad es lo mismo que el placer. Cuando esta es tu creencia, puede que persigas la felicidad a través de sustancias como el alcohol, las drogas, la nicotina, o la comida. O puedes perseguir la felicidad a través de actividades como el sexo, gastar dinero o apostar.

2. Si tu crees que tu felicidad está ligada al dinero y a lo que puedas obtener con él, puede que persigas el control sobre los resultados a través de pasar la mayor parte de tu tiempo trabajando, así como acumulando y consiguiendo dinero.

3. Si tu crees que tu felicidad está ligada a las personas, puede que intentes conseguirla controlando la obtención de amor, aprobación, atención, admiración y reconocimiento.

El placer momentáneo te hace sentir bien, pero es sólo momentáneo. Lo que significa que necesitas seguir haciendo aquello que tu crees que te proporcionará felicidad, una y otra vez. Esto es lo que crea las adicciones - la búsqueda de lo que tu crees que evitará el dolor y te proporcionará placer. El problema es que ninguna de estas cosas proporcionan una felicidad profunda y duradera, porque sus efectos son siempre momentáneos.

La verdadera felicidad no es el resultado de HACER sino una manera de SER. Más que ser el resultado momentáneo de placeres del mundo exterior, es el resultado de tu intención de evolucionar diariamente como un ser humano amoroso.

¿Qué significa esto?

Esto significa que la felicidad duradera es el resultado de elegir el camino espiritual de generosidad, compasión, entendimiento y aceptación.

Aún así no es suficiente para expresar generosidad y compasión hacia los demás. Muchos lo han intentado y aun así acaban sintiéndose vacíos y enfadados cuando la profunda felicidad que desean continua eludiéndoles.

El camino hacia la felicidad empieza abriéndose a aprender acerca de lo que es más amoroso y compasivo hacia TI MISMO. Tu puedes tener todas las cosas que la gente cree que proporcionarán felicidad - dinero, una buena relación, una familia, un trabajo que te gusta - y aún así si eres crítico y te juzgas en vez de aceptarte y ser compasivo contigo mismo, no te sentirás feliz.

Imagina un niño/a que aparentemente tiene de todo - toneladas de juguetes, va al mejor colegio, unas estupendas vacaciones, cantidad de amigos. Pero imagina que este niño tiene unos padres que le ignoran, o que son muy críticos, le juzgan y le controlan. Este niño no será feliz, sin importar la cantidad de cosas externas que tenga,

Imagina que este niño eres tu - tus sentimientos. ¿Cómo tratas a este niño/a? ¿Cómo tratas tus sentimientos? ¿Ignoras tus sentimientos y los escondes con substancias o procesos adictivos? ¿Te juzgas a ti mismo, diciéndote constantemente que no eres lo suficientemente bueno, que eres de alguna manera inadecuado?

Ignorarte o juzgarte a ti mismo/a siempre te llevará a la infelicidad., sin importar cuanto poseas en el mundo externo o cuan amoroso seas con los demás. Hasta que no decidas empezar a tratarte a ti mismo/a de la forma que quieres que te traten los demás, la felicidad profunda y duradera se te escapará. Mientras te sigas tratando a ti mismo de la misma manera en la que te pudieron tratar tus padres o de la manera en la que se trataban a si mismos, continuarás sintiendo el vacío y la soledad que viene del auto-abandono.

Si quieres experimentar la verdadera felicidad, tienes que empezar a prestar atención a tus propios sentimientos con el profundo deseo de aprender sobre lo que estás haciendo o lo que no estás haciendo que está causando tu dolor e infelicidad. La felicidad será la consecuencia natural de tu voluntad de tomar responsabilidad al 100% de tus propios sentimientos y aprender y realizar acciones sobre lo que verdaderamente te traerá la felicidad.